domingo, 6 de diciembre de 2009

El Reencuentro


Hace miles y miles de años, cuando existía un Dios que de un día a otro tuvo el deseo de crear la vida, construyó universos extensos y mundos mágicos, distintos uno del otro. Pese a esto él se sentía vacío e insatisfecho, decidió darle un toque de felicidad y armonía a aquellos lugares asombrosos y desolados; creando la vida espiritual. Aquellos seres celestes que con su forma abstracta emitían amor y paz tenían que poseer una forma, un cuerpo el cual los pudiera describir y hacerlos físicamente tangibles ante el mundo en el que se encontraban. Estos seres tomaron la forma de plantas y animales, y empezaron a surgir como mágicas formas de vida en un mundo que para ellos era nuevo. Inseguros, intranquilos e incapaces de expresarse debido a su forma física y biológica, se hicieron más vulnerables, fue entonces cuando decidieron que como único medio de escape tenían que recurrir a la evolución de sus cuerpos.

Algunos de estos cuerpos evolucionaron hasta adquirir el Don del conocimiento y del raciocinio, adoptando la forma del ser humano, que siendo simples mortales intentaron descubrir su esencia a través de la convivencia y la expresión de sus emociones y sentimientos, mientras que otros se remitieron a permanecer encerrados en su cuerpo vegetal y otros en su cuerpo animal; siendo así un mundo mágico de seres que adoptando cuerpos físicos comparten la vida y la estética de cada uno.

Siendo el alma o cuerpo celeste dividido para ser encontrado por sus mitades a través de la vida. Siguiendo el proceso evolutivo hasta lograr el reencuentro con la esencia ausente proveniente del alma destruida, jugando un papel importante en el complicado juego de la vida, siguiendo senderos misteriosos y a veces incoherentes, para poner a prueba el destino de esos dos cuerpos celestes encerrados cada uno en una maquina humana; estos dos seres perdidos en rincones remotos del universo, vienen a parar en un mismo mundo, compartiendo edades físicas diferentes y clases sociales distintas.

Estos dos cuerpos se han venido enfrentando a la vida y a situaciones de sufrimiento, con la esperanza de un reencuentro con el ser que completa la parte ausente de su esencia (alma).

Ese reencuentro sucedió, y se convirtió en la máxima expresión de magia en nuestro mundo, eso que conocemos como amor.

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